Yasunari Ishimi: Maestro 10º Dan del Shito-ryu, defensor del karate auténtico y conexiones con la naturaleza, dejando un legado perdurable.
Yasunari Ishimi: Biografía de una leyenda viva.
Yasunari Ishimi, nacido el 30 de octubre de 1943 en Hyogo, cerca de Osaka, Japón, es un distinguido experto en karate-do y una voz destacada en los valores originales del arte marcial. A lo largo de su vida, Ishimi ha dejado una marca duradera en el mundo del karate, enfocándose en la autenticidad y la conexión con la naturaleza en su práctica.
El viaje de Ishimi en las artes marciales comenzó a los 13 años, cuando comenzó a estudiar el estilo Kushin-ryū con el maestro Matsukazi. Continuó explorando diferentes estilos, incluyendo el Gōjū-ryū y el Shitō-ryū, bajo la guía de maestros respetados como Yoshiaki Tsuzikawa y Mabuni Kenei. Su dedicación se reflejó en su rápido progreso, obteniendo cinturones dan y demostrando habilidad en competencias nacionales e internacionales.
Durante su tiempo en la Universidad de Kobe, Ishimi alcanzó notables alturas en su entrenamiento de karate. Además de su éxito en competiciones universitarias, obtuvo grados dan de la Federación Japonesa de Karate universidad y se convirtió en capitán del equipo de kárate de la. Su pasión por el karate lo llevó más allá de las fronteras de Japón, llegando a España en 1969, donde compartió su conocimiento y se convirtió en el primer instructor de karate al estilo Shito en el país.
A lo largo de los años, Ishimi estableció su dojo en Madrid, entrenando a estudiantes y difundiendo los valores fundamentales del karate-do. Su enfoque en la autenticidad y la conexión con la naturaleza le ha llevado a enseñar una forma de kárate más profunda y espiritual, contrastando con la naturaleza competitiva que a veces prevalece en el mundo moderno del karate.
El legado de Yasunari Ishimi no se limita a su contribución como instructor y practicante. Ha sido honrado con títulos y reconocimientos, incluida la Medalla al Mérito Deportivo otorgada por la Infanta Cristina de España en 2010. A pesar de sus logros, Ishimi sigue siendo un estudiante de las artes marciales y un defensor apasionado de la conexión entre el ser humano y la naturaleza a través del karate.
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